Introducing a species into a place where it is not native is never a good idea. More times than not, the introduced species creates serious environmental problems. Often times, the problems are not things that could have easily been predicted. Native species often suffer after introductions. Introduced species may use native species as prey, they might out compete native species, or they may degrade some aspect of the habitat that ultimately hurts native species.
Introducir una especie en un lugar donde no es nativa nunca es una buena idea. La mayoría de las veces, las especies introducidas crean graves problemas ambientales. Muchas veces, los problemas no son cosas que podrían haberse predicho fácilmente. Las especies nativas suelen sufrir después de las introducciones. Las especies introducidas pueden utilizar especies nativas como presas, pueden competir con las especies nativas o pueden degradar algún aspecto del hábitat que, en última instancia, perjudica a las especies nativas.
One introduction that threatens to pose serious problems in Chile is that of the African Clawed Frog (Xenopus laevis). This aquatic species is native to Africa but has been introduced to areas around the world. Because these frogs do so well in aquaria, they have been used for human pregnancy testing, in genetics, developmental, and environmental toxicology labs, and they have been a staple in the pet trade. African Clawed Frog are voracious predators, eating any small aquatic animal that it can fit into their mouth. These frogs can produce potent skin toxins and can poison larger native species that try to eat them. Importantly, African Clawed Frogs carry but are not damaged by the disease, amphibian chytrid fungus. In carrying the disease on their skin, they can spread the disease to native species as they are moved around by humans. African Clawed Frogs are often kept as pets in aquariums. The problem is that when the pet owner changes the water, that water is infected with amphibian chytrid fungus. The water winds up in a local wetland and exposes native amphibians to the disease. Amphibian chytrid fungus has devastated amphibian communities around the globe. Moving African Clawed Frogs around, in the pet trade or otherwise, is risky and could seriously damage native amphibian populations.
Una introducción que amenaza con plantear serios problemas en Chile es la de la rana de uñas africana (Xenopus laevis). Esta especie acuática es originaria de África pero se ha introducido en zonas de todo el mundo. Debido a que a estas ranas les va tan bien en los acuarios, se han utilizado para pruebas de embarazo en humanos, en laboratorios de genética, desarrollo y toxicología ambiental, y han sido un elemento básico en el comercio de mascotas. Las ranas de garras africanas son depredadores voraces que comen cualquier pequeño animal acuático que pueda caber en su boca. Estas ranas pueden producir potentes toxinas para la piel y pueden envenenar a especies nativas más grandes que intenten comérselas. Es importante destacar que las ranas africanas con garras son portadoras de la enfermedad del hongo quitridio anfibio, pero no las dañan. Al portar la enfermedad en la piel, pueden transmitirla a las especies nativas a medida que los humanos los mueven. Las ranas de garras africanas a menudo se mantienen como mascotas en acuarios. El problema es que cuando el dueño de la mascota cambia el agua, esa agua se infecta con el hongo quitridio anfibio. El agua termina en un humedal local y expone a los anfibios nativos a la enfermedad. El hongo quitridio de los anfibios ha devastado comunidades de anfibios en todo el mundo. Mover ranas de garras africanas, para el comercio de mascotas o de otro modo, es riesgoso y podría dañar gravemente a las poblaciones de anfibios nativos.